martes, 3 de diciembre de 2019

Auténticos BIZCOCHITOS DE LIMÓN de PIERRE HERMË







Según la Baronesa Frambuesa el mundo de la alta pastelería es como la vida  misma:   está el pueblo llano (yo misma), la aristocracia (ella misma) y el rey. Pues en ese universo (paralelo) reposteril,  el Rey con mayúsculas,  sería (según ella)  Pierre Hermé, grande entre los grandes. Cualquier cosa (es un decir, puesto que no hace cualquier cosa),  se convierte en algo sublime y exquisito. A él se debe la receta original de los bizcochitos de limón, un bocado ligero y riquísimo que, gracias a Esther del fantástico y didáctico  blog  "Chocolatisimo",  podemos hacer en media hora sin ninguna dificultad.  



INGREDIENTES:
210 gr de azúcar
ralladura de un limón
60 gr mantequilla a temperatura ambiente
3 huevos
40 gr de nata para montar tibia
50 gr de zumo de limón tibio
170 gr de harina+cucharada y media de postre de levadura Royal

Glaseado: zumo de limón y azúcar glass en abundancia

ELABORACIÓN:
1. Montamos con las varillas eléctricas, utilizando el gancho amasador, el azúcar, la ralladura de limón y la mantequilla a temperatura ambiente
2. Añadimos los huevos uno a uno
3. Añadimos la nata tibia y seguimos mezclando
4. Añadimos el zumo tibio y seguimos mezclando
5. Añadimos la harina y el Royal tamizados
6. En pequeños moldes , previamente untados con mantequilla , vertemos hasta poco más de la mitad. Yo utilizo moldes de aluminio de usar y tirar. 
7. Horneamos a 170 grados, aproximadamente 25 minutos
8. Dejamos enfriar y glaseamos con una mezcla de zumo de limón y azúcar glas. 

El glaseado dependerá del gusto de cada cual. Personalmente no me gustan  las capas gruesas de azúcar, así que dejo una capa muy fina de glaseado, el zumo  cala en el bizcocho, aumentando su sabor y solo deja un poco de  azúcar por encima. Si nos gusta el chute de azúcar , no hay más que hacer una glasa consistente con más cantidad de azúcar y extender una gruesa capa. En cualquier caso, el glaseado, aunque sea ligero, lleva  cantidad de azúcar glas. 

Deben dejarse enfriar y mejor comer al día siguiente ya que ganan en sabor. Bien envueltos aguantan bien dos o tres días

lunes, 4 de noviembre de 2019

PASTAS DE TÉ CON CHOCOLATE Y CEREZAS







La Baronesa Frambuesa,  muy  clásica en las formas, aunque aventurera , innovadora y "moderna" en esto "del comer" , es a veces fácil de contentar. Con poco, puede sentirse  (a veces) satisfecha.  Será suficiente con que el producto esté bueno y, a ser posible, sea abundante... eso sí.  

No siempre necesita un té inglés, de esos taaaan british  que parecen salidos de Downton Abbey.   Tampoco uno de esos afternoon tea donde la variedad de producto, hace que sea(casi) un mini menú degustación y  haya que tener muy presente, qué se come con la mano, qué con el tenedor y para qué se utiliza el cuchillo: todo un tratado de maneras. En ocasiones con unas buenas pastas de té, tan clásicas como ella, servirá, misión cumplida. Si queremos verla muy contenta, nada como unos cuadraditos de chocolate , que llevan su tiempo pero están absolutamente exquisitos, propios de una Lady Mary de la vida! Si queremos complicarnos menos, y hacer algo mucho más rápido, fácil y sencillo, estas clasiquísimas y ¡riquísimas! pastas la dejaran muda (casi imposible) y contenta cual Condesa Viuda de Grantham (más imposible)... al menos, hasta la cena. 


INGREDIENTES:
250 gr de harina 
90 gr de azúcar glass
165 gr. de mantequilla
1 huevo
1 pizca de sal
semillas de una vaina de vainilla o extracto, o ralladura de limón o naranja
fruta confitada, chocolate, almendras enteras, etc


ELABORACIÓN:
1. Batimos con las varillas  la mantequilla a temperatura ambiente, con la vainilla (o ralladura) y el azúcar glass, hasta que sea una crema que ha aumentado de volumen
2. Añadimos el huevo y mezclamos
3. Añadimos la harina mezclada con la sal y mezclamos con un tenedor o espátula , integrando bien,  pero sin pasarse de tiempo
4. Formamos con la ayuda de una manga pastelera y una boquilla, las pastas sobre papel de horno. Les vamos dando la forma que queramos. Sobre algunas colocamos, cerezas, almendras...lo que tengamos.
5. Horneamos, a 180 grados, aproximadamente 15 minutos, dependerá del horno. Tienen que quedar cocidas, pero no en exceso. Vigilamos los bordes que estén dorados. 
6. Sacamos, dejamos enfriar y bañamos con chocolate algunas 

Saldrán, más o menos, medio kilo, lo que puede parecer mucho, pero no lo es...están taaan buenas, que volarán


domingo, 17 de marzo de 2019

PARÍS BREST





La Baronesa Frambuesa, dada como es (de natural) a la exageración, considera que esta casa está en franca decadencia. El abandono de las buenas costumbres es más que notorio, dice. Escuchando su relato cualquiera pensaría que los chalecos amarillos han abandonado les Champs Elysees (cosa que la tiene trastocada) y se han instalado en su modesto hogar. Según ella, nada es lo que era (que se lo digan a los parisinos, le digo), y, según parece, el epicentro de todo ello esta en la cocina: ya, ni se come bien, delito este (gravísimo) del que,en este caso, me hace directamente responsable. Según dice,  lleva meses condenada a "esas tonterías que pones en Instagram,  cosa rápida, fast food, nada serio ni elegante, cosas de niños" dice. Son los nuevos tiempos, le digo, hoy todo va "volao",  es la revolución de los tiempos. Creo que no ha sido buena idea  mezclar, en la misma conversación, con una Baronesa (a la antigua), revolución y Francia.  Automáticamente... ha palidecido, Así que, para quitarle el susto,  hoy tendrá un Paris Brest, uno de esos postres con historia y empaque que tanto le gustan.

Este famosísimo, elegante, aparente, fotogénico postre, tan clásico como una baronesa y tan francés y tan parisino como los Campos Eliseos (sin arrasar), tiene su origen,  según cuentan,  en la carrera de bicicletas que comenzó a realizarse en 1891 entre  París y Brest. Posteriormente, en 1910 un pastelero, aficionado a la bicicleta,  lo creo en honor  a la carrera , dándole la forma característica  de rueda.  No sabemos qué hay de  cierto y qué de leyenda; ni si  la carrera fue un éxito  y siguió realizándose pero,  sin duda,   la carrera  ha pasado a la historia  gracias a este postre realmente exquisito, éxito absoluto de la repostería francesa a lo largo de los años.  A pesar de la rotundidad de los ingredientes de la crema,  es un plato delicado y nada pesado, claro que... quizá debamos coger la bicicleta después y hacer unos kilometros... 




INGREDIENTES:

CORONA DE PASTA CHOUX
100 ml de agua+100 ml. de leche entera
una pizca de sal
75 gr. de mantequilla
150 gr. de harina
3-4 huevos 
laminas de almendra


CREMA MUSELINA DE PRALINÉ DE AVELLANAS
-crema pastelera-
3/4 L de leche entera
70 gr de azúcar
un poco de piel de limón
un poco de piel de naranja
media vaina de vainilla
2 yemas de huevo
60 gr. de maicena
(sobrará)
*
- praliné-
100 gr. de azúcar
100 gr. de avellana tostada
(sobrará)
*
135 gr. de mantequilla


ELABORACIÓN:

CORONA DE PASTA CHOUX

1- Sobre un papel de horno marcamos con lápiz  un circulo  de aprox. 21 cm. de diámetro, podemos utilizar un plato para ello. En el centro marcamos otro circulo, de aprox. 13 cm. de diámetro. Damos la vuelta al papel y lo colocamos sobre la bandeja del horno.
2- En un cazo amplio llevamos al fuego la leche, la sal y la mantequilla. Cuando hierva, echamos toda la harina, bajamos el fuego y removemos con cuchara de madera, hasta que se forme una bola, que se despega de las paredes. Continuamos removiendo un par de minutos.
3- Volcamos en un bol, dejamos que baje algo la temperatura y echamos los huevos, uno a uno, removiendo bien, para que se integre uniformemente, y se haga una pasta fina, Si la masa queda demasiado densa, añadimos 1 huevo más. También podemos añadir  algo de leche fría, hasta que tenga una consistencia más cremosa y menos densa. Esto de añadir leche fría, puede parecer poco ortodoxo, sin embargo,  en buenas  páginas de pastelería francesa se indica para rebajar la densidad. Yo he recurrido a ello
4- En una manga pastelera colocamos una boquilla rizada grande y comenzamos a rellenar el circulo. Una vez hecha la primera capa, colocamos una segunda en el centro, para darle más altura. Espolvoreamos con almendra laminada
5- Llevamos al horno, previamente calentado, 45 minutos a 180 grados, con calor arriba y abajo. Los últimos 15 minutos con la puerta ligeramente abierta (colocando en la puerta  una cuchara de madera para evitar que se cierre) , de esta manera la pasta se secara, y no quedará el interior, húmedo y gomoso
Esta cantidad de pasta, da para este tamaño, no mayor, lo que son, más o menos, 8 raciones de tamaño normal

CREMA MUSELINA

Crema pastelera
1- Colocamos la leche (excepto un cuarto de vaso) en un cazo, añadimos las pieles, el azúcar y la vainilla y cuando hierva, retiramos y tapamos para que infusione
2- En una taza colocamos las 2 yemas y batimos con la leche reservada, añadimos la maicena y disolvemos bien. 
3- Añadimos unas cucharadas de leche caliente a la mezcla de yemas y mezclamos bien, Colocamos de nuevo el cazo en el fuego, retiramos las pieles  y, cuando vuelva a hervir, colamos la mezcla de yemas sobre la leche. Removemos con una cuchara de madera , cuidando que no haga grumos y cocemos la crema unos 7- 10 minutos. Vertemos en un bol y tapamos con film , bien pegado a la crema para que no cree costra.

Praliné
1- En un cazo colocamos el azúcar con 2 o 3 cucharadas de agua. Cuando se haga un caramelo rubio, no muy muy oscuro, añadimos las avellanas, Damos un par de vueltas a la mezcla y lo vertemos sobre papel de cocina
2- Cuando haya enfriado, rompemos algunos trozos y reservamos unos pocos  pequeños para decorar.
3- Para hacer el praliné podemos utilizar una picadora, de esas que se conectan al brazo de la Minipimer,  o la Thermomix. En la Thermomix será muy rápido (y ruidoso), a velocidad 9, en periodos de 10 segundos, en más o menos 40 segundos tendremos la crema praliné lista. Si utilizamos la picadora, habrá que tener más paciencia, pero sale exactamente igual.
Reservamos en un bol.




Crema Muselina
1- Batimos con las varillas la mantequilla 135 gr (a temperatura ambiente) hasta que doble su volumen
2- Añadimos 110 gr. de praliné de avellanas y seguimos batiendo para que se integre bien. Añadimos 450 gr. de crema  y mezclamos bien. 
3- Colocamos la crema en manga pastelera con boquilla rizada. 


MONTAJE
Cortamos con cuidado la corona y rellenamos abundantemente con la crema. Colocamos la tapa, espolvoreamos con azúcar glas y decoramos con los trozos que habíamos reservado al hacer el praliné 


* Se puede preparar todo el día anterior, y montar la tarta a la hora de consumirla
* La crema pastelera que haya sobrado, podemos congelarla para otros usos
* El praliné podemos guardarlo en la nevera en tarro bien cerrado, aguanta bien durante semanas


lunes, 8 de octubre de 2018

TARTA ASTUR (TARTA DE AVELLANA Y MANZANA sin harina)- HAZELNUT AND APPLE CAKE





La Baronesa Frambuesa  asegura que esta tarta es creación "suya"  y "debería" (según dice) llevar su nombre, ¡no faltaba más! Conviene aclarar que, en todo caso, ella sería la autora intelectual, porque,  autora material, no lo es nunca, ni siquiera  de un bocadillo.  Lo de bautizarla como Tarta Astur, no le convence;  una baronía (dice), le daría mucho más empaque. Persuasiva y caprichosa  como es, despliega un listado interminable de platos que llevan nombres aristocráticos ,de otro mundo y otros siglos, ciertamente. ¡No sabía que había tantos! A lo que se ve, una aristócrata, como Dios manda,  debe tener un santo en la familia y un plato que lleve su nombre, y esto último es lo que le falta, el santo ya lo tiene.   

Es cierto que los cultivos en Asturias se están perdiendo y la producción es mucho más escasa que en Cataluña, en Italia y no digamos que en Turquia, pero esta combinación de avellana y manzana, recuerda a Asturias  en otoño, más que a ningún otro sitio.  Con todo, no se resigna, para ella es "su" tarta, ¡como no!



INGREDIENTES:
- para un molde desechable 19x 15 cm aprox-

Manzana caramelizada
4 manzanas pequeñas+ 6 cucharadas soperas de azúcar+ medio vaso (escaso)  de vino blanco, sidra, licor ...

Crema de avellana
250 gr de avellana semitostada molida
250 gr de azúcar
2 huevos
1/4 de vaso de licor de avellanas 

Para forrar el molde
3- 4 manzanas aprox

ELABORACIÓN:
1.- En una olla colocamos la manzana cortada en láminas gruesas y el azúcar a fuego medio, vigilando que no se pegue. Añadimos el licor o vino, y mantenemos al fuego hasta que la manzana esté caramelizada y seca, menguará mucho. Retiramos. Podemos hacerlo el día anterior.

2. Mezclamos la avellana, azúcar, huevos y licor, y hacemos una crema. Si tenemos tiempo lo dejamos en el frigo unas horas o hasta el día siguiente. Si no es posible, podemos utilizarla sin problema


3. Cortamos con la mandolina láminas de manzana. Las colocamos en un bol , tapamos con papel film y lo llevamos al microondas 1 minuto. De esta manera podemos doblar la manzana sin que se rompa.






4. Espolvoreamos el fondo del monde con azúcar, suficiente para cubrirlo, pero no excesivamente, una capa fina. Colocamos las láminas de manzana cubriendo todo el molde, y los laterales, dejando que  sobresalgan para después doblarlas

5. Vertemos  la mitad de la crema  y llevamos al horno 15 minutos a 200 grados

6. Sacamos del horno y extendemos la manzana caramelizada,  con cuidado para que las capas no se mezclen. Colocamos encima de la manzana , el resto de la crema de avellana, con suavidad. Doblamos la manzana sobrante sobre la crema. Metemos en el horno, aproximadamente 40-45  minutos, . Tapamos con papel de horno

7. Desmoldamos  Decoramos con unas avellanas pasadas por caramelo, manzana  deshidratada, etc


VERSIÓN RÁPIDA

1. Forramos el molde de la misma manera
2. Colocamos unas cucharadas de crema de almendra. Una capa de laminas de manzana, crema de avellana, laminas de manzana, crema...hasta llenar el molde, terminando con la crema de avellana. Horneamos igual

* Esta tarta va muy bien con helado de vainilla, nata  o leche merengada (muy astur, también)
* Es una tarta para comer en el día, como mucho al día siguiente, no aguanta bien durante tiempo.
* Es una tarta bastante "densa", no es para servir gran cantidad
* Puede hacerse perfectamente con almendra
* Puede hacerse con avellana tostada o semitostada

jueves, 28 de junio de 2018

MINI CHEESECAKE DE CACAO Y BAILEYS




Lo bueno,  si breve, dos veces bueno... Menos es más... La esencia viene en frascos pequeños ... No son expresiones que cuadren mucho con la Baronesa Frambuesa.  Ella, si algo es bueno, no quiere que sea breve, ¡de ninguna manera!...en esto hay que darle la razón, ¡qué caray!  Lo del menos es más, le suena a timo; según ella, es una excusa cuando no sabemos hacer el "más":  mejor hago menos, que (también) me equivocaré menos  y  pasará más desapercibido. Si el "más" está bien hecho, no hay comparación con ese minimalismo basado en la poca pericia e idea. En lo de la esencia, no suele entrar, quizá por no completar la frase, lo del veneno (y la talla) a ella le viene cuadrado en ocasiones...

Lo único que no le desagrada en breve y pequeño,  son los "mini"  postres. Le gustan porque permite probar  varias cosas; porque la variedad luce mucho sobre la mesa; porque  todo el mundo encuentra algo que le guste y,  además, dice,  porque al ser pequeñas porciones , se come muchísimo  menos. En su caso, esto último, ¡no se cumple nunca!




Esta receta está hecha siguiendo (más o menos) la receta publicada en un magnifico blog: "Life,love and sugar", absolutamente recomendable y precioso


INGREDIENTES:
-para 12 unidades-
10-12 galletas (*)
1 cucharada de mantequilla sin sal 

340 gr de queso crema
80 gr de azúcar
30 gr de cacao
80 ml de nata liquida 
extracto de vainilla
60 ml de Baileys
2 huevos

200 ml de nata para montar
2 cucharadas soperas rasas de azúcar glas
1 sobre de estabilizante para nata de Dr. Oetker (o similar)
3 o 4 cucharadas de Baileys (si  hay niños podemos suprimirlo) 



ELABORACIÓN:
1. Trituramos las galletas y mezclamos con la mantequilla liquida
2. Extendemos en  las capsulas de magdalenas una capa de esta mezcla, en mi opinión una capa fina
3. Horneamos cinco minutos a 170 grados. 



4.  Batimos a velocidad baja el queso, el azúcar y el cacao, lo justo para mezclarlo
5. Añadimos la nata, la vainilla y el Baileys e integramos
6. Añadimos los dos huevos uno a uno
7. Rellenamos las capsulas con la mezcla. Si es posible utilizamos capsulas que sean más altas de lo habitual para que el cheesecake quede alto
8. Horneamos 12 minutos a 150 grados
9. Transcurrido este tiempo, apagamos el horno y dejamos las piezas dentro  cinco minutos, Después los dejamos dentro, con la puerta entreabierta, 15 minutos. Sacamos y dejamos enfriar totalmente



10. Montamos la nata, muy fría, con el azúcar y estabilizante, añadimos el licor si lo usamos y colocamos por encima, cuando las piezas estén totalmente frías. Espolvoreamos con cacao o chocolate rallado. Guardamos en el frigo,




(*)La receta original lleva galletas Oreo, yo no las he utilizado porque (¡perdón, perdón, perdón!), no me gustan. En mi opinión habría que poner la Oreo (si nos gusta), u otra que no tenga un sabor muy potente y reste sabor a la crema de queso. En realidad, para mí, lo ideal sería poner algo de bizcocho cortado del tamaño de las capsulas de papel, pero esto da más trabajo;  así que, si tenéis alguna galleta que os guste, elegir esa sin más complicación, La otra opción  es suprimir la base de galleta , que también es una posibilidad

domingo, 3 de junio de 2018

TARTA SELVA NEGRA DE MOUSSE DE YOGUR GRIEGO




Lo mejor es enemigo de lo bueno. Esta frase, tan  conocida , es a menudo repetida por la Baronesa Frambuesa; en su caso, es una demostración más de su sentido práctico. No entiende eso de "no hacer", por no llegar a conseguir "lo Mejor". Y no es que no sea exigente (uuf...), exquisita (uufff...) y no aprecie lo mejor (uuuffff...), pero todo tiene su medida y su momento, dice, a veces complicarse en exceso, no conduce a nada (sic).  Esta tarta es un ejemplo de ello, no es la clásica Selva Negra, exquisita y maravillosa, pero es más sencilla y podemos hacerla en menos tiempo; no necesitamos deshuesar y cocer las cerezas previamente, lo que lleva su trabajo. Ves, dice, no es la auténtica, pero con algo de "decoración",  no defraudará a nadie. Pues tiene razón. 

viernes, 27 de abril de 2018

BIZCOCHO DE LIMÓN



Este es un bizcocho realmente fino y delicado, con una textura diferente a los bizcochos cuatro cuartos o pound cakes , que tanto gustan a la Baronesa Frambuesa. Según ella, es un bizcocho poco agraciado, no luce mucho, pero, cuando lo pruebas,  es como muy primaveral, muy ligero, muy para tomar a la hora del té, sentada en el jardín   un luminoso día de verano ... supongo que, si no tenemos jardín, también podremos tomarlo. En cualquier caso, es puro sabor a limón, fresco y natural.
Este bizcocho diferente, está hecho siguiendo una  receta del gâteau au citron, del gran repostero philippe Conticini.  Se necesita una cocción muy uniforme, no debe subir por el centro, tampoco debe "desinflarse" al salir del horno. Necesita estar muy bien cocido o, de lo contrario, se formará una capa inferior con una densidad distinta, un poco "cremosa". Es importante que los ingredientes estén a la misma temperatura; que la mantequilla fundida esté a temperatura ambiente (no caliente) y que las claras se integren muy bien. De la misma forma que algunos bizcochos si se pasan de cocción quedan secos, este tiene que quedar bien cocido. También hay que esperar que enfríe antes de desmoldar, lo que no hacemos con otros bizcochos que enfriamos sobre una rejilla. 


domingo, 8 de abril de 2018

SOUFFLÉ ALASKA - COCINA VIEJUNA (QUE SIGUE GUSTANDO)


Este plato, uno de los más conocidos de lo que se ha dado en llamar "cocina viejuna", es uno de los favoritos de la Baronesa Frambuesa. Esta consideración de algo pasado, antiguo y tan old fashioned como su titulo, le trae sin cuidado.  Según ella (y cualquier mente sensata) , lo antiguo puede ser tan bueno o tan malo, como la última creación del momento.  Bien mirado, hablar a una baronesa de  antigüedad o de costumbres o usos del pasado , es un chiste. Aunque ella, en materia gastronómica, es tan moderna como el que más, opina que no siempre  las etiquetas se corresponden. Según ella, servir este postre en restaurantes  ha quedado olvidado por razones practicas. 

Creado en el siglo XIX, se cuentan muchas versiones, y muchas historias curiosas  sobre su autoría. Una de las más singulares, es la que lo atribuye,  no a un cocinero, sino a un físico que, además de investigador era, obviamente, amante de la gastronomía y la cocina. Este   científico  americano , habría llegado a esta elaboración en 1804, investigando sobre los conductores del calor, habría comprobado como la clara de huevo era mala conductora del mismo. Si el descubrimiento lo realizó  en el laboratorio o en la cocina de su casa, es algo que Benjamin Thompson, no aclaró, pero no cabe duda que afición a la cocina tenía tanta, como para bautizar el invento como "omellete surprise". Ya ves, dice la Baronesa, no hay duda de que   la ciencia y la investigación  cambian nuestras vidas más de lo que pensamos

Otra versión afirma que fue un chef francés, del afamado restaurante  Delmonico's de Nueva York,    quien en 1867 habría creado este postre para celebrar  la compra por Estados Unidos  del territorio de Alaska a los rusos,  lo que explicaría el nombre. La Baronesa duda entre las dos versiones. Fuera como fuera, lo cierto es que poco a poco  comenzó a extenderse , al principio  por restaurantes de lujo franceses , que en ocasiones le daban nombres distintos. Con el paso de los años  se convirtió en un postre clásico en todo el mundo, y  llegó  (más o menos) hasta los años 80 del siglo pasado, cuando se hizo muy popular. La imagen del camarero flambeando  el (entonces) soufflé ante  los clientes , se hizo típica en muchos restaurantes. 


A partir de ahí, pasó a la reserva (casi como las Baronesas, que casi no existen), y hoy en día es difícil encontrarlo en la carta de algún restaurante. Pasó a considerarse directamente viejuno, incluso para algunos, un punto "horterilla". Porque sí, en cocina   también hay modas, o quizá , más que modas,  hay evolución (mucha y muy buena), hay  mucho estudio detrás y mucho saber hacer. Sin embargo, es cierto que este postre viejuno, cuando se sirve en casa, gusta (bastante), debe ser por esa combinación de frío-caliente. Al mismo tiempo, si contrarrestamos el dulzor inevitable del merengue, con helados y frutas más ácidas, el resultado será equilibrado y no empalagosamente dulzón.


martes, 3 de abril de 2018

CUADRADITOS DE MERMELADA- PETIT FOURS



Estos cuadraditos dulces son muy apropiados para la merienda o `para acompañar un café o un té. Realmente no son muy apropiadas como postre y tampoco  para el desayuno, que parece pedir algo menos dulce,  claro que esto dependerá de los gustos de cada uno. Sea como sea, son sencillos y  rápidos   de hacer, salvo por el horneado. Tienen una textura curiosa, ni pastas, ni bizcocho, ni tarta , lo que hace imposible ponerles nombre. Petit fours, dice la Baronesa Frambuesa, cuando algo es dulce, pequeño, casi de bocado, de procedencia variada, y sirve de  acompañamiento al té, café, licor, etc,  ella lo llama petit fours...pues no se hable más, palabra de Baronesa.


lunes, 12 de marzo de 2018

ZUPPA INGLESE



Es increíble como un postre de aprovechamiento como este, puede tener  tantas leyendas. Según la Baronesa Frambuesa, todos los buenos postres tienen su  propia  historia. Pues en este caso, eso,  parece cierto. Este postre de cuchara puede parecer una mezcla   de sobrantes,  combinados con  gracia y  "aliñados" con crema y licor, sin embargo, el resultado es un "todo"   riquísimo y, además,  fácil. 
Pariente  muy directo  del trifle inglés (que es realmente  su origen), existiría ya en el siglo XVI;  su nombre: zuppa (menestra caldosa) "inglese", nos remite directamente al primero. Según los italianos (siempre modestos), ellos convirtieron  un postre pobretón y poco apetecible (el trifle), en un postre aristocrático, colorido, lucido, brillante, elegante, alegre, divertido, atractivo ... vamos... en lo que viene siendo un italiano, según la Baronesa 
El postre , tal como lo conocemos hoy , aparece en el siglo XIX en la considerada "biblia" de la cocina italiana: "La scienza in cucina e l`arte di mangiar bene", escrito por Pellegrino Artusi.  Desde entonces es un clásico, un mixing que admite casi de todo y que salva muchos postres sobre la marcha,  con mucha gracia,  color y sabor.





INGREDIENTES:
para 4 raciones

galletas, bizcochos, pastas, biscotti... lo que tengamos a mano
mermelada (yo he puesto frambuesa, of course!)
licor (al gusto)

crema    hecha con
2 yemas de huevo
2 cucharadas de azúcar
350 ml de leche entera
piel de limón

250 ml. de nata para montar
2 cucharadas soperas de azúcar glas





ELABORACIÓN:

1. En el fondo de los recipientes donde vayamos a servirlo, colocamos una fina capa de mermelada
2. Colocamos las galletas (lo que elijamos, yo he utilizado unos biscotti italianos de almendra), rociamos con el licor ligeramente.
3. Preparamos una   crema rápida, para  ello mezclamos las yemas con el azúcar , la Maizena y la leche y batimos con las varillas. Llevamos a fuego medio, con la cascara de limón y cocinamos , sin parar de remover, a fuego bajo, durante unos  10 minutos.
4. Extendemos una capa de la crema sobre las galletas
5. Colocamos otra capa de galletas con licor
6. Colocamos frutas al gusto, yo he puesto cerezas que tenía en almíbar
7. Montamos la nata muy fría, extendemos por encima y sobre ella rallamos chocolate o hacemos virutas  de chocolate con el pelador de patatas 
Dejamos en el frigo, estará mejor de un día para otro