Desde la película Pretty Woman (que tanto daño hizo a la condición femenina y tanto bien a Touchstone Pictures), la combinación de chocolate, fresas y champán se instaló, como por encanto, en el imaginario colectivo de muchos y muchas. Según la Baronesa Frambuesa, se diga lo que se diga, chocolate y champán no maridan bien. Como ella de maridar sabe un rato largo (para muestra, un Barón), no seré yo quien diga lo contrario. Pero pensando en las madres y su día, sorprenderlas con esta tarta distinta y original, es una buena idea para salir de lo más clásico; eso si, aunque la preparación original lleva champán, aquí lo cambiamos por cava, haciendo patria.
Claro que la Baronesa lo tiene claro: si ella fuese una madre (que no lo es), middle class ( ¡Dios no lo quiera!), lo que querría ese día es... no tener que trabajar. En su opinión, cambiaría el mejor champán servido en el mejor Mosser, por sentarse en un restaurante a comer un simple sandwich, sin tener que preocuparse de nada. Aunque viva en su mundo, a veces (muchas) es certera, y siempre sorprendente. Así que, pensándolo bien, dejemos esta tarta para otra ocasión y salgamos a por el sandwich (o lo que sea) que haga disfrutar a las madres, sin tener que trabajar... nada.
INGREDIENTES
- pasta de cigarrillo- (*)
30 gr. de mantequilla
30 gr. de azúcar glass
30 gr. de harina
1 clara de huevo
- bizcocho-
5 huevos
5 cucharadas de azúcar
5 cucharadas de harina
colorante alimentario
- para las fresas-
medio kilo de fresas
piel rallada de un limón y de una naranja
zumo de un limón y una naranja pequeña
dos cucharada sopera de azúcar
- para la mousse de cava-
300 ml de cava dulce (*)
4 yemas de huevo
piel rallada de medio limón
200 ml de nata para montar
50 gr de azúcar (mitad normal+ mitad glass)
2,5 hojas de gelatina
-cobertura-
jugo de la maceración de las fresas
2 hojas de gelatina
ELABORACIÓN:
Antes de elaborar la tarta maceramos las fresas cortadas en trozos con los zumos, las ralladuras y el azúcar, tapamos y mantenemos en el frigo
Para hacer esta tarta de unos 20-22 cm de diámetro, necesitamos dos discos de 22 cm de diámetro, que serán la base y la tapa de la tarta. También los laterales que la rodean, para este tamaño marcaremos en el papel dos rectángulos de 33 x 6 cm. aprox. Tendremos que usar las dos bandejas del horno, una para un disco y los rectángulos y otra para el segundo disco.
- pasta de cigarrillos-
1. Mezclar la mantequilla en pomada con el azúcar glass, a mano, sin batidor eléctrico, lo justo para integrarlo.
2. Añadir la clara a temperatura ambiente, igualmente batiendo lo justo
3. Añadir la harina tamizada y mezclar. Todo el proceso a mano, sin pasarse batiendo.
4. Extendemos sobre los rectángulos marcados en el papel, formando lineas, dibujos, formas...según la habilidad de cada cual.
5. Congelar,con 15 minutos será suficiente
- bizcocho-
1. Batir las claras a punto de nieve
2. Añadir las yemas y mezclar
3. Añadir el azúcar, mezclar
4. Tamizar la harina sobre la crema y mezclar con movimientos envolventes.
5. Añadir el colorante, hasta lograr la intensidad que se quiera.
6. Sacar la bandeja del congelador y extender el bizcocho sobre la pasta de cigarrillos, con cuidado, sin deshacer las formas congeladas. Extender el resto sobre las bandejas, para luego obtener los círculos. Hornear a 200 grados, 10-12 minutos. Sacar del horno y reservar.
- mousse-
1. Batimos las yemas con el azúcar normal y la piel de limón hasta que doblen su volumen. Añadimos el cava, llevamos al fuego, sin dejar de remover, hasta que alcance los 85 grados. En cualquier caso, si no tenemos termómetro, no puede hervir. Vertemos en un bol y añadimos la gelatina hidratada. Dejamos entibiar, añadimos algunas fresas maceradas a la preparación y llevamos al frigo para que baje la temperatura.
2. Montamos la nata con el azúcar glass.
3. Cuando la preparación de cava haya bajado de temperatura , más o menos como la nata, mezclamos ambas con cuidado.
- montaje-
1. Colamos el liquido de la maceración de las fresas y reservamos. Trituramos las fresas y colamos el puré para que no tenga pepitas
1. Colocamos un aro de pastelería sobre la bandeja de servir. Colocamos en el fondo un disco de bizcocho. Pincelamos con algo del puré, solo pincelar sin añadir cantidad.
2. Llenamos con la mousse de cava y llevamos al frigo de un día para otro, para que la tarta se asiente, sin prisas
3. Colocamos el segundo disco, también humedecido sobre la tarta.
4. Retiramos el aro. Cortamos los rectángulos de la altura de la tarta, pincelamos ligeramente con el puré, de esta forma se "pegará" mejor a la mousse, y rodeamos la tarta. Llevamos al frigo
5. Hidratamos 2 hojas de gelatina y mezclamos con tres cucharadas de agua caliente para disolverla, añadimos al jugo de maceración de las fresas, que deberá ser aprox medio vaso. Llevamos al frigo y cuando vaya adquiriendo algo de consistencia extendemos sobre la tarta. Mantenemos en el frigo hasta el momento de servir
(*) La pasta de cigarrillo puede teñirse de cualquier color utilizando colorante alimentario. Tambien puede realizarse con cacao , en es e caso sustituimos 10 gr de harina por caco y procedemos de la misma manera. Los habilidosos pueden realizar diferentes dibujos que resultan muy decorativos
(*) Esta tarta no puede hacerse con un mal cava, ni con esas botellas que van quedado atrasadas en algún armario, el sabor no será en absoluto bueno. Necesitamos un cava dulce, para un buen resultado. Eso si, no es una tarta barata.
Aunque 20 cm puede parecer un tamaño pequeño servirá para 8 raciones razonables.
Si queremos simplificar, podemos eliminar la tapa superior de bizcocho y sustituirla por la gelatina de cobertura y las fresas maceradas, en este caso solo necesitamos utilizar una bandeja de horno y 4 huevos. Sobrará bizcocho, cortaremos los discos con el aro de pastelería, para darles el tamaño de la tarta (20-22 cm), por lo que los sobrantes de la bandeja horneada se pierden
Este tipo de tarta está mejor al día siguiente de su elaboración