Es verano, y parece que todos queremos simplificar el trabajo, hasta la Baronesa Frambuesa se vuelve sencilla (debe ser un espejismo... por el calor, supongo). Nada de preparaciones de última hora, ni postres calientes, ni mesas serias... todo más ligero, casual, colorido y veraniego. Por ello, elige platos rápidos, fáciles, sencillos y poco sofisticados, como esta tarta, no por conocida, menos buena. Ésta, es una de sus favoritas de cualquier estación. Claro que para ella, favorita es la que toque ese día, su paladar (y su línea) es muy agradecido. Puede que para mantener su talla no sea lo más adecuado, pero un poquito es una tentación a la que no puede resistirse… ni quiere.
INGREDIENTES:
400 ml. (2 tetrabricks) de nata líquida
½ litro de
leche
1 taza de
azúcar
1 sobre de
cuajada
1 y ½ tarrina
de queso crema
Azúcar para caramelo líquido
Una plancha de bizcocho, o sobaos, o magdalenas (lo que tengamos)
ELABORACIÓN:
1º Hacemos caramelo líquido y
bañamos el molde que vayamos a utilizar
2º Mezclamos todos los
ingredientes (a excepción del bizcocho o sobaos…) y mezclamos bien utilizando
la minipimer
3º Colocamos en una olla,
llevamos al fuego, sin dejar de remover con una cuchara de madera o silicona, para evitar que se pegue. Dejamos hervir 3 o 4
minutos y retiramos
4º Vertemos la crema en el molde.
Colocamos sobre la crema finas láminas del bizcocho y llevamos al frigo. Listo
Esta facilísima y conocida tarta
es todo ventajas: está buenísima, no lleva tiempo, y se prepara con antelación, (al menos 2 días
antes de consumirla), con la comodidad que esto supone, nada de agobios de
última hora. No hay nada que pesar, no hay que controlar la temperatura, no hay que controlar el tiempo, ni encender el horno... ¡con el calor que hace!
Podemos utilizar un molde grande y dividir en porciones, o utilizar moldes individuales de diferentes formas, el sabor será el mismo, pero "lucirá" más.
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