INGREDIENTES:
Muslitos de pollo sin
piel
Cebolla finamente
picada
Ajo
Vino blanco
Salsa de tomate
casera (poca, opcional)
Sal y pimienta
Orejones y ciruelas
pasas
Cacahuetes
Pan rallado
Patatas en rodajas de
1 cm. aproximadamente
Aceite de oliva
virgen
ELABORACIÓN:
1º Salpimentamos los muslitos de
pollo
2º Calentamos el aceite, añadimos
ajo picado y doramos el pollo. Sacamos y reservamos
3º En el aceite utilizado sofreímos
ligeramente la cebolla (muy abundante, si nos gusta, claro), sin que se dore,
añadimos un poco de salsa de tomate el pollo, y el vino blanco. Dejamos que se
haga a fuego suave durante 1 hora. Vigilamos que no se queme y le damos la
vuelta, de tanto en tanto
4º A la hora, añadimos más vino
blanco y las pasas y orejones. Continuamos guisándolo durante tres cuartos de
hora más, aproximadamente, vigilando que no se seque ni se queme (*)
5º Mientras freímos las rodajas
de patata en abundante aceite a fuego
muy suave, sin que tomen color
6º Machacamos en el mortero los
cacahuetes en trozos irregulares y los mezclamos con un poco de pan rallado
.
7º Pasamos los muslitos (sin
salsa) por la mezcla de cacahuete y pan rallado y colocamos sobre los
montoncitos de patata un poco de cacahuete. Lo colocamos en una fuente de horno
y le damos un golpe de gratinador para que se “bronceen” (palabra de Baronesa). Servimos con la salsa
(*) El pollo debe hacerse
despacio, a temperatura media. Si vemos que se seca añadimos algo de vino
blanco o caldo de ave. Al guisarlo despacio la salsa quedará ligada.
(*) He utilizado cacahuete con
cascara, los pelados y salados son para mi gusto demasiado salados.
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