La Baronesa Frambuesa
detesta (dice) el marisco. La razón: considera una auténtica
ordinariez comer con las manos, sorber cabezas, patas, hurgar con
los dedos dentro de los caparazones... me estoy viendo (cuando tengo
oportunidad,claro). Así que ella, o se lo dan pelado, emplatado y
listo para comer con cubiertos o no lo prueba. No digo que no sea
cierto, pero alguna vez he visto cáscaras en abundancia en la
basura, lo que me lleva a pensar que se da auténticos atracones
cuando nadie puede verla, y lo que es peor, sin invitar a nadie! Hoy, qué casualidad, he pillado en la cocina un buey de mar (ñocla,
cangrejo, boi...ox crab dice ella), que no sabe como ha llegado
allí.
Así que propongo
realizar un pastel para tomar frío. Ya sé, es uno de esos
entrantes que, en poco tiempo, se extendieron como la pólvora, por las
cartas de restaurantes, bares,mesones... en fin, no había sitio que
no lo tuviera. Yo los he probado de todo tipo, algunos
exquisitos y otros... Al final, se convirtió en “algo” que
llevaba de todo, menos la carne del bicho: tomate en abundancia, pan,
palitos, pescados de segunda...
Éste que propongo sólo
lleva eso: buey de mar. Es muy fácil de realizar, sólo hay que
ajustar el punto de sal. Es sencillo, se prepara con antelación, sirve
de aperitivo, y cuando hay mucha gente, como picoteo servido sobre pequeñas tostas. Si está bien
hecho, sin más aditivos, sólo sabe a marisco, y en general gusta a todo el mundo.
INGREDIENTES:
Buey de mar hembra de
aproximadamente 1 kilo (*)
cuatro huevos
200 ml. (1 brick) de nata para
cocinar
200 ml. de leche entera
(*)
sal
pimienta
tabasco
ELABORACIÓN:
1º Cocer el buey en agua
y sal , transcurridos 20 minutos desde que el agua comienza a hervir,
retirar, y dejar enfriar (*)
2º Engrasar un molde de
plumcake y cubrir el fondo y las paredes con pan rallado, volcar para
dejar caer el exceso
3º Con paciencia,
extraer la carne blanca de las patas y el caparazón y reservar.
4º Extraer el contenido
del caparazón de color oscuro y los corales, añadir los huevos, la nata y la leche, mezclar bien con batidora .
Salpimentar ligeramente (el buey ya lleva sal) y añadir unas gotas de tabasco
5ª Verter en el molde y añadir la carne blanca sin desmenuzar, ni triturar, de esta manera al cortarlo apreciamos perfectamente la carne blanca
6º Cubrir con papel film
y llevar al microondas, a mitad de potencia, por espacio de 17
minutos. Transcurrido este tiempo dejar 5 minutos más a potencia
máxima. Lo hago en microondas por rapidez, al baño maría es
perfecto pero más lento
7ª Sacar del microondas,
sin retirar el film y cuando este frio meter en el frigo hasta el
día siguiente. Sacar del frigorífico y desmoldar una hora antes de servirlo
(*) Debe elaborarse con
piezas que sean hembra, lo que realmente va a dar sabor y color es
el contenido del caparazón y las huevas, mas que la carne blanca.
Realmente, aunque se elijan con cuidado, nunca se sabe muy bien como
va a estar el caparazón, hasta que lo abrimos. Éste que hoy utilicé,
no era demasiado bueno; de hecho sólo utilice cuatro huevos porque
tenía poco contenido. Puede realizarse con centolla, el sabor es
exquisito, pero en mi opinión el centollo da más sorpresas y tiene
menos carne, a mismo tamaño, que el buey.
(*) Aquí he puesto la
mitad de nata y la mitad de leche, para aligerarlo. Cuanta más nata
lleva más cremoso es, nunca se debe bajar de la mitad de nata,
quizás lo ideal es un 75% de nata y un 25% de leche, sin miedo a las calorias!
(*) Debe cocerse en agua
fría si esta vivo y en agua hirviendo si esta muerto. El agua debe
estar tan salada como estaría el agua de mar, para ello nada
mejor que probarla, como orientación, por cada litro de agua, 30-35
gr. de sal gorda, yo la verdad, nunca peso la sal, pruebo el agua. En
este caso, para nuestro plato, no importa si nos pasamos (ligeramente) de sal,
quedará contrarrestado por el resto de ingredientes; sin embargo, si
queda soso resultará más difícil levantar el sabor añadiendo sal
posteriormente a los otros ingredientes. Una vez cocido conviene
probar la carne para saber como esta de sal, sólo probar, no comerse
la mitad mientras sacamos la carne!
En algunos grandes
supermercados podemos comprarlos y los cuecen en el momento, esto
evita trabajo.
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