Llegó el buen tiempo, el verano, la época de disfrutar de la naturaleza, de platos sencillos nada sofisticados, es momento del picnic al aire libre. Claro que el concepto "picnic" de la Baronesa
Frambuesa es, claramente, de otro siglo: jardín privado (nada de público), cesta de mimbre, porcelaine de Paris,
cristal de Bohemia, cave à liquer, servilletas de hilo, músicos tocando, un elefante, un par de leones, un ejército de esclavos sirviendo... lo normal, tal cual la Baronesa Blixen en Memorias
de África. Claro que renunciaría a todo lo anterior (y a mucho más), por irse de picnic (o lo que fuera), con el Robert Redfort de hace 30 años. Cosa imposible.
Está claro que "su reino" no es de este mundo... así que, tendrá que conformarse con su elegante "utillaje", y una nada elegante empanada. Este plato, tan popular y corriente, es sencillo, muy socorrido y con tantas variaciones como países en que se cocina. No es refinado, moderno, distinguido, trendy, cool... pero como el Redford de hace 30 años, ¡está buenísimo!
INGREDIENTES:
Hojaldre aprox. 500
gr.
1 cebolla grande
½ pimiento
salsa de tomate
natural (*)
2 latas de bonito en
aceite de oliva
aceite de oliva
1 huevo
sal
ELABORACIÓN:
1º Engrasamos ligeramente y cubrimos el fondo de un molde de 25 cm. de diametro, con papel de horno
2º Cortamos la cebolla y el
pimiento y sofreímos en aceite. Cuando
esté ya pochado, escurrimos bien el exceso de aceite añadimos la salsa de tomate, probamos de sal y añadimos las latas de bonito. Dejamos enfriar
3º Forramos un molde con la mitad
del hojaldre y extendemos el guiso. Cubrimos con el resto de la masa. Pintamos con
huevo batido
4º Introducimos en el horno
precalentado a 180 - 200º (según horno), por espacio de 30 minutos. Si
fuera necesario, cubrimos con papel para evitar que se queme la superficie
Hay muchas recetas de masa
para empanadas, pero yo utilizo siempre
hojaldre. Hasta ahora, las masas de empanada tipo pan me han parecido una vez
frías, muy secas. Es verdad que calientes
están buenas, pero éste es un plato muy socorrido para tomar frío, tanto en
casa como en excursiones. El hojaldre mantiene la jugosidad, y aunque esté frío, sigue estando buenísimo. Mi experiencia
cuando preparas una empanada de hojaldre y otra de ese tipo de masas, es que, la
primera gana por goleada, gusta muchísimo, y no queda nada de nada.
Si utilizamos hojaldre
refrigerado, sobre la marcha podemos en 40 minutos, tener lista la empanada para salir del paso. Es importante elegir el hojaldre adecuado, ni seco, ni
grasiento, en su punto justo. Personalmente prefiero los refrigerados a los
congelados. Pocas veces (cada vez menos), lo hago en casa, es mejor, pero da
trabajo y además se necesita tiempo.
Obviamente, admite cualquier
relleno que se nos ocurra: desde guisos de carne variados, bacalao con pasas,
sardinas en aceite con tomate natural, langostinos, etc., hasta simplemente
jamón y queso en plan rápido-rápido. Es
muy importante que el hojaldre esté frío. El guiso debe estarlo también cuando
rellenamos la empanada, y una vez lista, si no vamos a hornearla de inmediato,
mantenerla en el frigo.
¡POR FAVOR! si alguien tiene
alguna formula para la masa (ni
hojaldre, ni pan), me encantaría probarla, decidme como y haremos la prueba, ¡a
la Baronesa le encantaría probarla!
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