La Baronesa Frambuesa ha dado por concluida su temporada de dieta, y con ello ha salido de su letargo. Hoy, ha decidido que su figura no necesita más sacrificios: ya luce en “todo su
esplendor”. Para celebrarlo, nada mejor que una tarta con dos de sus favoritos:
almendra y cerezas, una combinación que le entusiasma.
Adora las cerezas, según ella, son como las perlas : transforman cualquier cosa, ponen luz, alegría, color... auténticas joyas, vamos. Por eso, ella (siempre taaan sencilla) las pide calibre 20mm. , como las australianas... No cabe duda: la Baronesa ha vuelto.
INGREDIENTES:
350 gr. de cerezas
(*)
150 gr. de almendra molida y en granillo (*)
50 gr. de mantequilla
150 gr. de azúcar
3 huevos + 1 yema
3 cucharadas de
brandy (opcional)
ELABORACIÓN:
1º Encendemos el horno a 180º
2º Engrasamos un molde (25 cm.), colocamos en el fondo papel de horno y engrasamos éste
3º Colocamos las cerezas en el
fondo del molde
4º Batimos la mantequilla con el
azúcar, hasta convertirlo en una crema, y añadimos el brandy
5º Añadimos los huevos, uno a
uno, batiendo bien
6º Añadimos la almendra, poco a
poco, e incorporamos a la mezcla
7º Vertemos en el molde y cocemos
30 minutos
8º Sacamos del horno y cuando este tibia desmoldamos
(*) Podemos utilizar las cerezas
directamente, o previamente cocerlas (ligeramente) en agua con algo de azúcar. He utilizado éstas últimas
(porque las tenía), pero es indiferente. Aunque en algunos platos clásicos con cerezas se
utilizan enteras con hueso, a la mayoría
de la gente no le resulta agradable encontrar las pepitas, así que mejor las hacemos desaparecer
(*) Si no tenemos almendra en
granillo, podemos utilizar sólo almendra molida. El utilizar una parte en granillo
(creo que he puesto 30 gr.) le da una textura especial.
Aunque de aspecto pueda recordar
al clafoutis, no tiene nada que ver con esa clásica y rica preparación.
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